Uno de los problemas más frecuentes que llegan a consulta es la baja autoestima. Esta se manifiesta por la percepción negativa que tiene la persona de sí misma y de la forma en que se enfrenta a las diferentes situaciones.
Normalmente la persona no acude a consulta por este motivo si no por problemas de apatía, depresión, tristeza… que en la mayoría de las ocasiones tienen su origen en la crítica hacia uno mismo.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la valoración que hacemos de cómo somos y de cómo actuamos en las distintas situaciones. Esta valoración se realiza a través de nuestros pensamientos, que son nuestro lenguaje interno, los que nos hablan sobre cómo somos, sobre como actuamos, lo que pasó y lo que podría pasar.
Cuando este lenguaje tiende hacer negativo la mayor parte del tiempo, cuestionando nuestra forma de comportarnos y de ser, nuestra autoestima disminuye y como consecuencia suele aparecer la tristeza, apatía, desanimo…
¿Cómo puedo saber si tengo la autoestima baja?
Los síntomas que aparecen cuando una persona tiene la autoestima baja son los siguientes:
-Pienso constantemente en mis debilidades y en las cosas negativas que me pasan.
-Juzgo constantemente como soy.
-Me siento culpable por cosas de las que no soy responsable.
-Me siento evaluado constantemente por lo demás.
-Tengo dificultad para defender mis derechos y mis opiniones ante los demás.
-Necesito la aprobación de otros para tomar decisiones.
-Siento que no merezco las cosas buenas que me pasan en la vida.
-Me siento inferior a los demás.
Si te sientes identificado con al menos 3 de los síntomas anteriores y te encuentras triste y desanimado probablemente tengas la autoestima baja.
¿Cómo puedo aumentar mi autoestima?
Aumentar la autoestima es más fácil de lo que pensamos, aunque requiere tiempo y dedicación. A continuación os dejamos algunos ejercicios para entrenarla:
1. Enfréntate a defender tus derechos y opiniones y a decir no.
La mejor manera de combatir las situaciones que nos generan ansiedad es afrontándolas hasta que la ansiedad desaparezca. Podéis elaborar una lista de las situaciones en las que os resulta difícil expresar vuestras opiniones y empezar a enfrentar la que menos ansiedad os genere. Exponerse a estas situaciones os generará pensamientos positivos de vuestra forma de actuar y la ansiedad irá disminuyendo.
2. Toma consciencia de tus puntos fuertes.
Escribe una lista de tus cualidades positivas. Elige una cualidad al día e investiga cómo se manifiesta dicha cualidad ese día.
3. Pon a prueba tus pensamientos negativos.
A lo largo de nuestra vida nunca nos hemos parado a comprobar si realmente es cierta la opinión negativa que tenemos sobre nosotros mismos. Realiza una valoración de la opinión que tienes de ti mismo y busca pruebas a favor y en contra de esa percepción negativa. Por ejemplo soy inútil»» «»soy un desastre»» «»no sirvo para nada»»&hellip»