Es normal experimentar estrés laboral de manera puntual. Puede surgir cuando existe una fecha límite de un proyecto que cada vez se aproxima más, cuando se debe de hacer una presentación ante muchas personas, o cuando hay que trabajar con un cliente más difícil de lo previsto. Sin embargo, cuando se experimenta ese estrés de manera repetida, se empieza a perder interés en el resto de las actividades y viene acompañado de otros síntomas, como el insomnio, ya empieza a convertirse en lo que se conoce como ansiedad laboral.