En el aprendizaje del niño intervienen muchos factores psicológicos, sociales, biológicos, psicomotrices e incluso motivacionales. Cuando todos ellos están en armonía, se absorben conocimientos con normalidad. De lo contrario, pueden aparecer las dificultades de aprendizaje y, para solucionarlas, basta con que se reequilibren esos factores.
Sin embargo, a veces tales problemas para entender conocimientos tienen causas más complejas. Entonces hablamos de trastornos de aprendizaje y su tratamiento debe abordarse de manera profunda y de la mano de profesionales. Vamos a ver cuáles son esos trastornos.
Principales trastornos del aprendizaje
Las discapacidades de aprendizaje engloban todo un abanico de trastornos que nada tienen que ver con la inteligencia del niño. Quienes las padecen suelen tener una capacidad intelectual normal o incluso superior a la media.
Sin embargo, encuentran dificultades ante determinados ámbitos de conocimiento que pueden estar relacionadas con factores neurobiológicos o de otro tipo.
Dislexia
Es un trastorno que dificulta, específica y continuadamente, la lectura de manera parcial. En los casos más graves se denomina alexia. Y recalcamos que debe ser específica y continuada porque, de lo contrario, esa dificultad podría deberse a un mal método de enseñanza o a la falta de comprensión de aspectos puntuales del idioma.
Puedes apreciarla en síntomas como la dificultad para pronunciar palabras o para leer con cierta rapidez. Para su diagnóstico se requiere la intervención de un equipo multidisciplinar que englobe, al menos, a un psicólogo, un pedagogo y una logopeda. Todos ellos harán una evaluación neuropsicológica del niño y obrarán en consecuencia.
Disgrafía
Podría entenderse como una variedad de la anterior, pues consiste en la dificultad para escribir. En paralelo con ella, cuando se trata de un caso grave, se llama agrafía. Su manifestación es la incapacidad para comprender y utilizar los signos gráficos del lenguaje.
Igualmente, debe ser específica y continuada. Y para su diagnóstico y tratamiento debe intervenir un equipo formado por los mismos especialistas que en el caso de la dislexia.
Por otra parte, no debe confundirse con la disortografía, que tiene que ver con la limitación de expresarse por escrito, ni con el denominado TEL (Trastorno de Expresión Lingüística), que engloba la dificultad, justamente, para toda función lingüística. Es decir tanto para comprender como para expresarse por escrito o de forma oral.
Discalculia
En paralelo con las anteriores, se denomina así a la incapacidad continuada y estable para asimilar las matemáticas.No es fácil de detectar pues quién no ha tenido problemas con algún concepto matemático.
Trastorno de Aprendizaje no Verbal (TANV)
Es menos común y, bajo esta denominación, se incluyen los problemas de coordinación motriz, de integración visoespacial, de aprendizaje escolar y de relación social.
En conclusión, no debes confundir las dificultades con los trastornos de aprendizaje. Estos últimos son los que te acabamos de mencionar y, si crees que tu hijo puede padecer alguno, es importante que lo lleves cuanto antes a un especialista.